miércoles, 16 de febrero de 2011

26.

Se fue depisa. No espeó. No dejo noto ni dijo nada.
De ella solo queda la comida que se dejó preparada en la mesa, su collar con el colgante de estrella y un rastro de sangre desde el pico de la mesa, hasta donde se encuentra el cadaver de él.
Él, al que un día amó.

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