lunes, 31 de enero de 2011

9.

Mirame a los ojos y hazme sonreir, hazme creer que no hay nada más allá de tu mirada y de tu sonrisa.

domingo, 30 de enero de 2011

8.

Dime hola y yo te diré adiós.

Dime sí y yo te diré no.

Dime blaco y yo te diré negro.


Dime amor y yo te diré odio.


Dime feliz y yo te diré triste.

Dime confía y yo te diré desconfía.

Dime compasión y yo te diré venganza.

Dime cielo y yo te diré infierno.

Dime tranquilida y yo te diré colera.

Dime sinceridad y yo te diré mentiras.

Dime amigo y yo te diré enemigo.












Dime siempre y yo te diré nunca.

Dime principio y yo te diré fin.













Dime fuego y yo te diré agua.









Dime sol y yo te diré tormenta.









Dime algo y yo te diré lo contrario.

Dime te amo y yo te diré yo más.

7.

Me rompe el corazón pensar que un día todo termina, que llegará el día en que nadie, ni nada pueda hacer nada para impedirlo. El día en que todo termine. No quiero que llegue ese día. No quiero llegar a el final del camino. Quiero estar siempre así. Feliz, sin preocupaciones. No quiero tener más responsabilidades, con las que tengo me sobran. Quiero ser siempre así. No preocupame de lo que tengo y de lo que no. Quiero disfrutar de lo que tengo. No quiero ponerme un disfraz y hacer como si nada me peocupara. Lo que quiero es que no llegue el día de tomar decisiones importantes. Lo que quiero es seguir como ahora...

viernes, 28 de enero de 2011

6.

Siempre se repite, una y otra, y otra vez, ese sueño irreal, ese sueño inalcanzable...

jueves, 20 de enero de 2011

5.

Parecía un verano como otro cualquiera, solo que mis padres habían tenido la genial idea de aceptar la adopción de una chica saharaui durante el verano. Yo les insistí en que no lo hicieran, que no era una buena idea, pero no me escucharon. Decían que hay que pensar en los demás y que hay que compartir. Yo pensaba que cada uno tenía que apañárselas como pueda, aunque lo decía porque yo tuve la suerte de que mis padres tuvieran una buena situación económica.
Me lo compraban todo y no me faltaba de nada. Tenía 16 años, y era bastante... caprichosa.
Estábamos esperando en el aeropuerto cuando la vi. Se llamaba Shasa. Sabía hablar español, porque había venido más veces a España con otras familias. Los primeros días no fueron bien. Me peleaba con ella por todo, pero lo peor fue cuando me dijeron que ella dormiría en mi cuarto. Me puse histérica. También tenía que llevarla conmigo a todas partes con mis amigos, y no quería, hasta que un día todo cambió. Yo la vi llorando apartada de todos  y me acerqué a ella apenada, sentía remordimientos por haberla tratado tan mal y por haberla humillado varias veces delante de todo el mundo. Le pedí perdón y admití que siempre he sido un poco caprichosa, pero lo que yo no sabía era que todo iba a cambiar.
Cuando acabé de pedirle disculpas, me la llevé de compras, que por entonces era mi pasatiempo preferido. Nos lo pasamos genial.
Al acabar de comprar fuimos a comer a un restaurante. Durante la comida estuvimos hablando de como era el lugar de donde venía y lo necesitados que estaban los suyos. Sentí una gran pena.
A partir de ese día el resto del verano fue genial. Pasábamos todo el tiempo juntas, y a veces también con mis amigos. Nos hicimos muy buenas amigas. Yo pensaba a menudo lo malo que tenía que ser ser pobre. Y a todo le llega su fin. Llegó el momento de despedirnos. La acompañamos al aeropuerto y nos pusimos a llorar como locas. En el momento que el avión despegó me hice una promesa, de mayor, con ayuda de mis padres, tendría que abrir una ONG para ayudar a aquellos niños necesitados.
Pasaron los años y yo iba creciendo, madurando y más cerca cada día de mi objetivo. Mis padres empezaron a darme dinero para ahorrar, pero lo más importante fue cuando me dijeron que cuando fuera mayor me darían uno de sus muchos edificios. Y así hicieron.
Acabé mi carrera de médico, lo que me ha facilitado bastante poder atender a toda la gente. Comencé a mover hilos, contrate a gente, hice campañas de publicidad, creamos páginas webs para ayudar, hicimos visitas escolares…
Y hoy día somos lo que todos conocéis la Unión de Personas para Cambiar el Mundo, o también la UPCM, y yo soy la que mueve todos los hilos, Noa Martínez Herrero, y la chica que seguirá enseñándoos las instalaciones es la chica de la que os he hablado en mi historia y mi mejor amiga Shasa. Espero que os halla gustado la visita a nuestra sede central en España y que os concienciéis de lo importante que es ayudar a los demás. Disfrutad de la visita.

martes, 18 de enero de 2011

4.

Voy a pensar donde me lleve la mar.
Voy a fijar mis ojos en su infinito mar.
Voy a bailar al ritmo de las olas.
Voy a cantar igual de fuerte que su voz.
Voy a buscar una solución a los problemas.
Voy a hacer todo lo que todos desean hacer.
Voy a intentar lo mismo que todos.
Voy, voy...  Voy a llegar lejos,
pero no tanto como para encontrar una
solución a todos los problemas.
Voy a hacer lo que hacen todos.
Voy a echar a andar,
y cuando lo haga,
voy a ponerme mi abrigo.
Voy a empezar a caminar.
Voy a camuflarme entre la gente.
Voy a ocultarme,
y los que me vieron,
no me verán.
Con los que hablé,
no hablaré.
Y en aquellos que creí,
no creeré.
Voy a desaparecer,
y me voy a quedar con el recuerdo.
El recuerdo de la fantasía que inventé
cuando me senté a pensar.
A pensar donde me llevara el mar,
y donde me llevó fue a un lugar.
Un lugar tan difícil de explicar,
que no lo haré.
Ahora me despido,
y que mi último adiós se devanezca en el aire,
camino del mar.
Adiós...

domingo, 16 de enero de 2011

3.

Ya no podía más. Estaba agotado. Le faltaban las fuerzas. Tenía heridas en los pies de tanto correr, no le quedaba aliento. Se sentó bajo un arbol, pensado que estaba a salvo, debido a que le dolia demasiado la herida de la pierna. Se quitó la camisa llena de sangre, por suerte no era una noche fría. La herida que tenia en el hombro derecho y la de el lado izquierdo de la barriga lo estaban matando. Escuchó el agua de un riachuelo cerca de él y fué a beber un poco y a limpiarse. Con la camisa se tapó la herida de la pierna y la del hombro. La de la barriga le resultó más difícil, pero lo consigió. Se tumbó, al creer que estaba a salvo de mí. No se percató ni un momento de mi presencia. Pensaba que él era lo bastante fuerte como para dejarme atrás. Esperé un poco más y cuando se levantó me avalancé sobre el, le mordí el cuello y le arranqué un trozo. Inentó deshacerse de mí pero le arranqué el brazo izquierdó, que cedió facilmente gracias a la herida de su hombro. Lo cogí por el cuello, hice que me mirara a los ojos, y con una sonrisa ensangrentada por el mordisco, empecé a estrangularle y antes de que muriera ahogado le solté le cogí la cabeza y le dije:
 -Te dije que si seguias riendote de mi, acabaria contigo. Tú te seguiste riendo como si nada y no hiciste caso de mi advertencia, y depués me dijiste que tú acabarias conmigo. Ahora después de haber matado a toda tu familia haciendote creer que eran accidentes, te voy a encerrar en una casa abandonada, voy a traer a tu querida novia que estará paseando como todas las noches, la secuestraré y la llevaré hasta a ti. Te dejare que te despidas y  luego la mataré y cuando ella muera tú serás el siguiente.
Le pegé un puñetazo y lo lleve a la casa. Secuestre a su novia. Cuando se despertó le deje que se despirieran y mientras él la besaba la atravesé con una espada. Él comenzo a llorar, me reí de él y entre risas me acerqué a él y le susurre al oido:
 -Lo mejor de todo és que tú has sido el culpable de todo y que gracias a eso, hoy yo soy la persona más feliz del mundo y tu no eres más que el primer estupido que se rió de mí y no lo volverás a hacer, y piensa que has aprendido una lección, aunque nunca podrás rectificar.
Entonces con la misma espada que tenía entre mis manos y la misma con la que atravesé a su novia, lo atravesé a él lentamente hasta que murió.
Me decise del cadaver. No fue la última persona a la que maté ni mucho menos. Solo fué la primera persona que se rió de mí y lo pagó caro. Hoy día, después de demasiados años como para acordarse, espero que se haya podriodo, mientras yo sigo aquí.

lunes, 10 de enero de 2011

2.

La podia ver a lo lejos, en la orilla del mar, sentada, en silencio, llorando, donde se avecinaba tonrmenta. El corrió deprisa hasta ella porque tenía que pedirle que no se marchara. Tenía que decirle que no podía separarse de él, que la quería demadiado como para dejarla ir.
Por fin llegó hasta ella, se encontraban a pocos metros de distancia, empezó a cubrirse el aire de niebla. Ella no había reparado en él, y el estaba perdido en sus preciosos ojos grises, en su liso cabello negro, en su tristeza... Comenzó a llorar y fue hasta ella y la abrazó. Le secó las lágrimas y le acarició dulcemente. Los ojos grises de ella y los ojos azules de él se encontraron, y él dijo:
 -No te vallas.
-Todo esto es culpa tuya.
-Fue un error, nunca tendria que haberme peleado contigo...
-Pero lo hiciste.
-Perdoname... Te amo.
-Está bien, pero me iré
-Pues me iré contigo.
-Pero no puedes, tú...
-Dejaré todo atrás, pero no me dejes así...
Ella no dijo nada más. Se limitó a levantarse, esperar que él hiciera lo mismo y besarle. Después le cogió la mano y se fueron a pasear por la orilla del mar de la mano, hasta que una densa niebla los cubrió, y al despejar, nunca nadie de por allí los volvió a ver.

sábado, 8 de enero de 2011

1.

No busco nada, solo lo que encuentro en el camino del destino, el sendero de la muerte.